Con una variedad de microclimas y una de las biotas (flora y fauna) más ricas y diversas, el territorio nacional constituye el hábitat de más de 900 especies de aves, 250 especies de mamíferos y cuenta con volcanes activos, lo que sin duda alguna es un imán para la atracción de millones de turistas que nos visitan cada año.

 

Pero estas son apenas algunas de las múltiples joyas que se resguardan en este santuario natural que, pese a ser una nación en vías de desarrollo, ha sido visionaria al articular todo un sistema de protección de áreas de conservación y manejo sostenible de la vida silvestre y forestal que vela y protege a cientos de parajes únicos y emblemáticos, a lo largo y ancho de sus fronteras.

 

Gracias a ese engranaje el Sistema Nacional de Áreas de Conservación (Sinac) vino a dar un verdadero cambio de timón de cara hacia el futuro.

 

Fue justamente la Ley de Biodiversidad No.7788, en 1998 la que le dio vida y forma a todo este engranaje de gestión y coordinación institucional.

 

De manera que integra todas las competencias en materia forestal, vida silvestre y áreas protegidas con el fin de dictar políticas, planificar y ejecutar procesos dirigidos a lograr la sostenibilidad en el manejo de los recursos naturales del país.

 

Lo que se busca no es solo coordinar sino involucrar a todos en beneficio de las actuales y futuras generaciones.  No obstante ese proceso no ha sido fácil y mucho menos sencillo.

 

Una cosa es lo que ve el turista nacional o extranjero cuando ingresa a algunos de estos sitios protegidos y otra es el día a día de cada uno de los funcionarios y actores principales, detrás de cada parque nacional, de cada refugio de vida silvestre, reserva o zona protegida por citar algunas, según sus categorías de manejo.

 

Una apuesta visionaria para rescatar los recursos naturales

Desde épocas inmemorables el ser humano ha utilizado los recursos de manera desproporcionada. En el pasado, hablar de recursos naturales renovables o plantaciones certificadas que permitieran resguardar y brindar un mejor balance al entorno, era prácticamente imposible. 

 

Con los años, ese pensamiento de explotar los recursos sin pensar en lo que pasaría mañana, se fue convirtiendo en una amenaza cada vez más evidente.

 

El desbalance por “sobrevivir” versus la utilización de los recursos a través de la siembra, la producción ganadera y el monocultivo comenzaron a causar múltiples estragos.

 

La pesca y cacería ilegal también comenzaron a generar un desequilibro ambiental en todo los ámbitos.

 

A lo anterior se sumaron otros aspectos como el cambio climático que terminaron de enviar señales al mundo, de que algo en definitiva no está bien.

 

Según especialistas consultados, cuando se habla de parques nacionales el término correcto e inclusivo es hablar de Áreas Silvestres Protegidas porque todas tienen una función según sus diferentes categorías de manejo, particularidades en su uso y restricciones, pero todas tienen la función de conservación de la biodiversidad y de proporcionar servicios ecosistémicos a la sociedad que son muy importantes.

 

Los recursos si no se cuidan se agotan.  De hecho, nuestro país ha ido recuperando su cobertura boscosa, que décadas atrás, producto de la tala ilegal de árboles, estuvo al rojo vivo.

 

En criterio del investigador Luis Guillermo Acosta Vargas, de la Escuela de Ingeniería Forestal del Tecnológico de Costa Rica (TEC), indica que esa cobertura ha ido creciendo. Viendo las cifras en la región de América Latina se nota como el país junto, con Puerto Rico y El Salvador, ha logrado recuperar sus bosques. 

 

Justamente, fue la necesidad de concientizar y de ir un paso adelante que el país le apostó visionariamente al integrar todo el sistema, en uno solo, con el nacimiento del Sinac.

 

Por lo que al crearlo, a finales de los noventa, se logra integrar todas las direcciones que habían antes, de forma que se ve todo de manera global.

 

Le corresponde a esta entidad, adscrita al Minae, el diseño actualización, seguimiento, evaluación y sistematización de políticas, planes, programas, proyectos, procedimientos y elaboración de manuales de aplicación nacional para su implementación en las Áreas Silvestres Protegidas, tanto terrestres como marinas, dentro del ámbito nacional.

 

Dentro de esas categorías de manejo están los parques nacionales, que son sitios de suma importancia porque lo que ahí se conserva y se protege está únicamente representado en ese sitio.  De manera que son sitios excepcionales, con procesos ecológicos sumamente valiosos o características naturales particulares que hacen que lo que ahí ocurre,  dentro de una dinámica natural, sea sumamente importante de proteger y de conservar para asegurar el mantenimiento de esos procesos ecológicos, de esas especies, de esa biodiversidad, añaden los especialistas consultados*.

 

Estos sitios son bancos genéticos en donde se resguardan las muestras de flora y fauna para su perpetuación y potenciales usos sostenibles.  De manera que ha sido la estrategia para poder salvar todo el ecosistema de las prácticas inadecuadas y destructivas a las que han sido sometidos, mencionan los especialistas consultados*.

Áreas Silvestres Protegidas (ASP)

Costa Rica tiene una gran cantidad de categorías de manejo.  Se define como ASP al espacio geográfico definido, declarado oficialmente y designado con una categoría de manejo en virtud de su importancia natural, cultural y/o socioeconómica, para cumplir con determinados objetivos de conservación y de gestión. (DE-34433, Reglamento .Ley.Biodiversidad, Art.3, inc.a).

 

  • Reservas Forestales
  • Zonas Protectoras
  • Parques Nacionales
  • Reservas Biológicas
  • Refugios Nacionales de Vida Silvestre
  • Refugios Nacionales de Vida Silvestre de propiedad estatal
  • Refugios Nacionales de Vida Silvestre de propiedad privada
  • Refugios Nacionales de Vida Silvestre de propiedad mixta
  • Humedales
  • Monumentos Naturales
  • Reservas Marinas
  • Áreas Marinas de Manejo

Eslabón fundamental para proteger Áreas de Conservación

Cuando se crea el Sinac, este se convierte en el gestionador de los recursos naturales de todo el país.  Los 51.110 km2 de superficie terrestre están a cargo de esta entidad.

 

¿Qué significa esto?

 

Que con el fin de lograr una adecuada gestión, se distribuye en 11 unidades administrativas que se denominan Áreas de Conservación, las cuales se subdividen a su vez en subregiones.

 

Adicionalmente, según un documento de esta entidad, el 26,5% de esta superficie terrestre se encuentra en 166 Áreas Silvestres Protegidas, correspondientes a diferentes categorías de protección, en las cuales existen mayores niveles de restricción a actividades humanas, con el fin de conservar la biodiversidad y los recursos naturales.

 

También, el Sinac gestiona 44 Corredores Biológicos, estos representan alrededor del 32% del territorio continental del país.

 

Dentro de toda la labor que hace esta entidad, existen varias modalidades de voluntariado que vienen a apoyar la titánica labor de los funcionarios y guardaparques que trabajan en diversos puntos del país.

 

Estas modalidades incluyen: Voluntariado en Áreas Silvestres Protegidas, Covirenas, que son Comités de Vigilancia de los Recursos Naturales, requisitos académicos donde pueden participar estudiantes que realizan sus prácticas profesionales así como el Trabajo Comunal Universitario (TCU),  la Fuerza Pública y las Brigadas Voluntarias de incendios.

Áreas de Conservación

Un dato importante dentro de todo este engranaje es que el sistema está constituido por unidades territoriales denominadas Áreas de Conservación que están bajo la supervisión general de la Dirección Ejecutiva, por medio del Consejo Nacional de áreas de Conservación. Cada Área de Conservación está delimitada administrativamente, es regida por una misma estrategia de desarrollo y administración y debidamente coordinada con el resto del sector público.

 

  • Área de Conservación Arenal Huetar Norte (ACAHN)
  • Área de Conservación Arenal Tempisque (ACAT)
  • Área de Conservación Cordillera Volcánica Central (ACCVC)
  • Área de Conservación Guanacaste (ACG)
  • Área de Conservación La Amistad Caribe (ACLAC)
  • Área de Conservación La Amistad Pacífico (ACLAP)
  • Área de Conservación Marina Isla del Coco (ACMIC)
  • Área de Conservación Osa (ACOSA)
  • Área de Conservación Pacífico Central (ACOPAC
  • Área de Conservación Tempisque (ACT)
  • Área de Conservación Tortuguero (ACTo)

Labor titánica y ejemplar superando adversidades

Si bien Costa Rica se encuentra entre los 20 países con mayor diversidad biológica del mundo y ha venido en un proceso de mejora continua en lo que respecta a su visión de conservar y proteger sus recursos y sus áreas silvestres protegidas, aún falta mucho trabajo por hacer.

 

La realidad es compleja, no solo por la falta de recursos sino por la carencia de personal. Se estima que alrededor del 50% del personal en los próximos 5 años se acogerá a su jubilación.

 

Asimismo, las condiciones adversas que se presentan en una sociedad en vías de desarrollo con necesidades crecientes, limitan la gestión efectiva de las áreas protegidas.

 

De ahí la necesidad imperiosa de visualizar sistemas sustentables que permitan un desarrollo acorde con la visión país, de cara hacia metas como la carbono neutralidad. (Ver artículo siguiente).

 

Fuentes consultadas:

Ing. Luis Guillermo Acosta Vargas, Escuela de Ingeniería Forestal Tecnológico de Costa Rica (TEC)

Máster Yeimmy Cerdas, Bióloga y Administradora del Refugio Nacional de Vida Silvestre Ostional

Dorian Méndez, Administrador del Parque Nacional Barra Honda. SINAC (Sistema Nacional de Áreas de Conservación).

2017. “Informe Anual Estadísticas SEMEC 2016: SINAC en Números”. Comp. B Pavlotzky. San José, CR. 70 p.

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