Es hora de cuidar nuestras raíces

Decía Hipólito que la agricultura es la base de nuestras sociedades, y simplemente así es, no podemos comer dinero; por más tecnología, por más tecnificación, necesitamos de los insumos que nos da la Madre Tierra.

En tiempos de cambios cruciales, de retos que nos dividen y nos apasionan al mismo tiempo, como la sostenibilidad, el cambio climático, el manejo adecuado de nuestros campos, es momento de reflexionar. ¡Sí! De actuar, de analizar de dónde venimos y hacia dónde queremos llegar.

Para alimentarnos, seguimos necesitando de lo que se produce en el campo, en la tierra de nuestros ancestros, de nuestros abuelos, esa que nos da la mejor materia prima que alimenta al mundo.

Desde el campo a la mesa, suena fácil y bonito decirlo; sin embargo, en todo ese trayecto, existe un sinfín de retos y oportunidades que nos pueden hacer mejorar o ir en detrimento como sociedad.

A lo largo de la historia de la humanidad, la agricultura ha sido la madre fecunda que nos ha permitido evolucionar en todo ámbito del quehacer humano, de ahí que en esta edición abordamos ampliamente el tema de “La agricultura del futuro” como un medio para compartir, debatir y reflexionar sobre cómo podemos mejorar y valorar lo que tenemos desde cada una de nuestras trincheras.

El agricultor no va a desaparecer; no obstante, se enfrenta a innumerables retos para mejorar los rendimientos de su producción. La agricultura bien gestionada empresarialmente puede ser un gran negocio para prosperar.

El agricultor es, a veces, el último eslabón en el que todo mundo piensa. De ahí que es necesario analizar cómo utilizar procesos de producción más sostenibles, en espacios reducidos, en momentos en que el mundo vive uno de los mayores desafíos en cuanto a cambio climático se refiere.

¿Cómo producir más para alimentar a todos? Esa es la consigna, prepararse para el futuro y lograr la tecnificación de la agricultura a partir de las condiciones topográficas y particulares de cada suelo, de cada poblado, pensando en que el agricultor o productor a gran escala pueda sembrar de manera sostenible, justa, ambiental y financieramente hablando. Ahí radica el mayor reto, para la Academia, para los gobiernos, para los sectores productivos.

Carla Garita Granados

Directora General

Jorge Quesada Araya

Coordinador Editorial