30% de zonas protegidas centroamericanas fueron deforestadas por el narcotráfico

  • Guatemala, Honduras y Nicaragua son los países con mayor afectación.
  • Península de Osa fue la zona del país estudiada.
21 de Agosto 2017 Por: Kenneth Mora Pérez
Vista de la Peninsula de Osa.

La península de Osa está localizada en la costa suroeste del océano Pacífico, y fue la zona del estudio en nuestro país.  (Fotografía: Johan Umaña)

La disminución de bosques en la región centroamericana ha tenido el impacto del narcotráfico. Esta es una de las conclusiones que tiene el estudio realizado por parte de universidades norteamericanas en conjunto con organismos no gubernamentales y académicos de la región.

El estudio, realizado en conjunto por la Universidad de Costa Rica, la Fundación Neotrópica, Earth Economics e investigadores de la Universidad de Ohio, la Universidad de North Carolina y la Universidad de Oregon de los Estados Unidos, divulgó que entre el 30 % y 60 % de las pérdidas por deforestación en las áreas protegidas de la región son atribuibles a la actividad del narcotráfico.

Así lo destacó, Bernardo Aguilar, Presidente de la Fundación Neotrópica, quien brindó una conferencia ante estudiantes de la Catédra de Agenda Nacional de la Escuela de Ciencias Sociales en el Centro de Investigaciones en Computación (CIC), espacio que sirvió para discutir los resultados de la investigación realizada en la región.

Aguilar señaló que según los análisis realizados, del 2001 al 2010, el narcotráfico generó pérdidas de hasta 88 millones de dólares anuales en Centroamérica.

"El tráfico de drogas se ha convertido en un causante de la deforestación por el cambio de rutas que ha causado la política de control de drogas de Estados Unidos. Se establecen rutas de transporte, algunas terrestres que requieren de un control territorial en zonas protegidas” Bernardo Aguilar, Director Ejecutivo de la Fundación Neotrópica

"Puntos calientes"

Para el estudio, los investigadores identificaron cinco “puntos calientes” que pueden estar relacionados con el tráfico y que generan presión sobre las áreas protegidas.

Estos puntos son el área de Conservación Osa en Costa Rica: las Reservas de la Biosfera Xiriualtique-Jiquilisco, en El Salvador; Darién-Comarca Emberá-Wounaan, en Panamá, y la Biosfera Maya en Guatemala.

En cuatro de estos sitios, excluyendo a Costa Rica, hay una reducción en la cobertura de vegetación y aumentos en las zonas de agricultura y cobertura herbácea, que llevan a una pérdida neta de funciones y de los servicios ecosistémicos que tiene estas zonas.

Para esto, los investigadores buscaron patrones para ver cómo el tráfico ilícito de drogas estaba relacionado con la deforestación y encontraron que los narcos han instaurado patrones de control de tierra para poder traficar, y hacer sus negocios mediante la legitimación de capitales en minería, cultivos y otros.

En este control territorial, los investigadores señalaron como ejemplo, las pistas de aterrizaje clandestinas y el daño causado a áreas que son protegidas en Centroamérica.

Asimismo, la investigación destaca los índices de violencia así como los datos de cambio de uso de suelo, brindados por el Atlas Mundial de Justicia Ambiental, entre otros indicadores, que muestran las rutas más utilizadas, las cuales son controladas en un 90% por carteles mexicanos.

El marco de la investigación destaca que los países centroamericanos destinan menos del 1% de sus presupuestos a las áreas protegidas; siendo Costa Rica el que más destina con un 0,22% de su presupuesto.

Escuela de Ciencias Sociales, zonas protegidas, narcotráfico, Forestal