Proyecto Conare

Investigación pregunta a indígenas cómo les gustaría que sean las viviendas sociales

Especialistas y estudiantes de universidades públicas aplican estudio en Cabagra de Buenos Aires de Puntarenas 

 

El INA forma carpinteros en la comunidad 

22 de Noviembre 2021 Por: Johan Umaña Venegas
Varias personas sentadas en una mesa, con recortes de papel

La estudiante Isabel Cristina Elizondo Meza, de la UNA, coordina un taller en el territorio indígena Cabagra. El propósito de la actividad es conocer las preferencias de los habitantes respecto a las viviendas de bien social. Foto: Johan Umaña / TEC.

Por décadas, los territorios indígenas se han ido llenando de casas prefabricadas, muchas veces inadecuadas para el clima local y totalmente distintas a la tradición y cosmovisión de sus habitantes. Se trata de viviendas de bienestar social que fueron diseñadas, construidas y entregadas sin consultar a sus futuros habitantes.

Es por esto que especialistas y estudiantes del Tecnológico de Costa Rica (TEC), la Universidad Nacional (UNA) y la Universidad de Costa Rica (UCR) –bajo la sombrilla de un proyecto del Consejo Nacional de Rectores (Conare)–, desarrollan la investigación titulada: “Mejoramiento del diseño arquitectónico, estructural y del uso de materiales utilizados en la construcción de viviendas de interés social para el territorio indígena de Cabagra, Buenos Aires, Puntarenas”.

Si bien el proyecto se desarrolla con habitantes de Cabagra, en Buenos Aires, pretende servir de modelo para otros territorios indígenas y como base de análisis para las instituciones encargadas de desarrollar viviendas sociales en el país.

“Tenemos tres objetivos fundamentales. El primero es determinar el estado actual de los materiales con los que se construye vivienda social en el territorio. El segundo es determinar la cosmovisión indígena de espaciamiento arquitectónico de las viviendas. El tercero es formación y capacitación de carpinteros y maestros de obra para la construcción de vivienda social”, explica Diego Camacho Cornejo.

Camacho es coordinador del proyecto. Participa como docente, investigador y extensionista de la Escuela de Ingeniería Forestal del TEC, la cual está inmiscuida para analizar si la madera puede ser un mejor material para edificar las casas.

Además, se investiga cómo impulsar la cadena de valor de la madera que se utilizaría en las viviendas, desde las plantaciones hasta el trato adecuado y la construcción.

Revalorizar la cultura

El trabajo de campo ha tratado, en primera instancia, de visitar y evaluar las viviendas sociales en el territorio indígena de Cabagra; así como platicar con las familias y conocer sus puntos de vista respecto a los tres tipos de construcción que se han encontrado: 

  • Cemento (prefabricadas).
  • Madera.
  • Zócalo (bases de concreto y la parte superior de madera).

“Hemos hecho un recorrido por distintas comunidades del territorio indígena haciendo evaluación de habitabilidad y del estado de los materiales de la vivienda. Nos hemos encontrado viviendas tipo baldosa, tipo zócalo y de madera. En términos generales, hemos encontrado las viviendas en una condición aceptable, algunas de más de 20 años, y que están en un estado aceptable”, explicó Camacho.

Según los especialistas, hay distintos puntos de vista, pues mientras algunos prefieren las viviendas de cemento, otros favorecen las de madera o la construcción mixta. Lo que sí es muy repetitivo es el deseo de que se mantengan elementos propios de su cultura, como que el baño no esté dentro de la casa o que tengan espacio para el fogón para cocinar.

“El principal resultado que deberíamos lograr es un balance entre las viviendas modernas y las viviendas antiguas. Elementos de las viviendas antiguas que favorezcan la continuidad de la cultura de la etnia bribri. Uno de los principales elementos es quizá el fogón, la cocina“, comentó Guiselle Mora Sierra, antropóloga de la Universidad Nacional.

Ejemplo de la dinámica en los talleres organizados por especialistas y estudiantes de las universidades públicas. A los participantes se les solicita que definan los elementos que les gustaría que tengan sus viviendas ideales. Foto: Johan Umaña / TEC.

Además, con el apoyo de estudiantes de las universidades públicas, se están realizando talleres con los habitantes del territorio indígena, en los que se les pregunta cuáles serían los elementos deseables para una vivienda.

“La comunidad ha recibido el proyecto muy bien, en realidad hemos tenido una acogida muy grande por parte de todas las personas con las que hemos conversado, con las que hemos hecho el ejercicio de ponerlos a diseñar cómo quisieran ellos que fueran sus casas. 

“En general, la comunidad de Cabagra es muy receptiva, con mucho potencial, con muchas ganas de trabajar y con muchas ganas de hacer valer sus cultura, de revalorizar su cultura y de reconocerse como población bribri que quiere superarse pero sin dejar de ser bribris”, narró Mora.

“En el taller hicimos un croquis de una casa a construir. Estuvo muy lindo porque me parece que así tiene que ser en las viviendas, que el dueño o el beneficiario de cada vivienda disponga de su decisión del tipo de vivienda, que no vengan a imponérselo”. Vitali Rojas Ortiz, participante del taller, Cabagra.

Carpinteros y mejor madera

El proyecto ha trascendido los objetivos iniciales, ya que se ha avanzado en el desarrollo de capacidades en la cadena de valor de la madera, al tiempo que el Instituto Nacional de Aprendizaje (INA) se sumó para crear e impartir un curso de formación de carpinteros en el territorio indígena de Cabagra.

Según explicó Camacho, en el tema de la madera se trabaja con proveedores locales para mejorar el tratamiento de la misma, procurando una mayor calidad que alargue el tiempo de vida de las casas. 

El TEC trabaja en aserraderos locales para mejorar la cadena de abastecimiento de madera nacional. En la imagen el investigador Diego Camacho (der.) conversa con el empresario Elmer Sánchez  Foto: Johan Umaña / TEC.

Tal es el caso de Elmer Sánchez Mata, quien tiene un aserradero en Pérez Zeledón y ha trabajado con docentes y estudiantes del TEC para mejorar el proceso de curación de la madera. 

“Es muy importante darle un buen aprovechamiento a la madera nacional, incentivar a los productores. Es triste ver que la madera de Costa Rica, que es buena madera, se desperdicie en tarimas, cuando podría ser usada para construir viviendas y muebles. También porque se está importando madera que no tiene la misma calidad que la nuestra“, comentó Sánchez.

El curso de carpinteros impartido por especialistas del INA inició en octubre y sirvió para formar mano de obra en el territorio indígena, la cual podría ser contratada en caso de que se sigan desarrollando viviendas de bienestar social de madera y también podría ofrecer sus capacidades a los habitantes de la zona.

“El INA se ha sumado al Tecnológico y a otras instituciones para aportar en este proyecto de construcción de viviendas indígenas. El INA aporta su experiencia en formación y capacitación, y hemos diseñado un curso a la medida para lo que requiere tanto el proyecto como la comunidad”, destacó ​​Jimmy Sanabria Coto, del Núcleo de Tecnología de Materiales del INA.

Especialistas del Instituto Nacional de Aprendizaje visitaron Cabagra a finales de setiembre, para afinar la realización de un taller de carpinteria en el territorio indígena. Foto: Johan Umaña / TEC.

 

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