La justificación racional del genocidio en la Franja de Gaza

Por: 

Wilmer Casasola-Rivera

wcasasola@tec.ac.cr

Escuela de Ciencias Sociales

28 de Mayo 2025 Por: Visitante
Imagen de un genocidio

Imagen con fines ilustrativas. Tomada de google.

These are the big fish

Who always try to eat down the small fish,

just the small fish/

Woe to the downpressors:

They'll eat the bread of sorrow!

They'll eat the bread of sad tomorrow!

Bob Marley, "Guiltiness"

La cobardía intelectual o el discurso académico irrelevante han sido parte del fluir de cierto academicismo. Es grotesco imaginar a alguien sentarse a escribir en el jardín en contra del capitalismo digital mientras disfruta de todas las comodidades que este capitalismo opulento ofrece y en el que se vive. Estas sandeces literarias se consumen, e incluso se citan, porque son modas editoriales.

El miedo, el conformismo y la indiferencia moral parecen conformar el nuevo ethos social. Es un tumor social que va ganando cada vez más fuerza. Este ethos se caracteriza por el miedo a expresar opiniones críticas para evitar conflictos, el temor a emplear un lenguaje que no se ajuste a las ideologías de escaparate dominantes, y una licencia moral que normaliza la indiferencia ante todo aquello que no compromete el propio interés egoísta y calculador. Así piensa, así actúa, así calla: este es el nuevo intelectual de la sociedad del miedo. Escribir sobre el genocidio en la Franja de Gaza podría parecer redundante, ya que numerosos periodistas e intelectuales internacionales lo hacen. Si alguien desea documentarse sobre este suceso no necesita leer un artículo: puede acceder a la gran cantidad de documentales y noticias que diariamente cubren esta masacre humana. Sin embargo, escribir sobre este tema es una forma de rechazar este ethos social y ofrecer, aunque sea a través de un artículo, un apoyo distante a las víctimas del odio ideológico. Es un rechazo a la pasividad universitaria de salón. Los universitarios deberíamos asumir un papel más activo ante cualquier acto genocida, en lugar de vivir en realidades superficiales haciendo una hermenéutica del vacío…

La Convención para la Prevención y la Sanción del Delito de Genocidio señala que el genocidio consiste en “la intención de destruir, total o parcialmente, a un grupo nacional, étnico, racial o religioso”. Esto se logra a través de diversos actos dirigidos contra sus miembros, tales como matarlos, provocarles lesiones graves físicas o mentales, someterlos intencionalmente a condiciones de existencia que busquen provocar su destrucción física, total o parcial, impedir los nacimientos dentro del grupo, o trasladar por la fuerza a sus niños a otro grupo. La intención genocida consiste en destruir total o parcialmente una población. De ahí que el ideal político, jurídico o filosófico es reconocer la naturaleza o conformación del genocidio para poder prevenirlo. Pero enfrentamos un problema: pese a la evidencia, parece que se necesitan estadísticas de sangre para señalar a un Estado como genocida y a un grupo de seres humanos, como víctimas de genocidio.

Israel ejecuta un acto genocida con los palestinos en la Franja de Gaza. Para Raz Segal, profesor en la Universidad de Stockton, se trata de un caso de genocidio de manual. Pero se habla de genocidio como si se tratara solo de un concepto abstracto, no como una realidad brutal y tangible. Para algunos intelectuales de salón, el genocidio no es real hasta que se marquen todas las casillas de una rúbrica técnica legal, como si la muerte de miles de palestinos necesitara de la validación de un coloquio de académicos encerrados en sus torres de cristal.

La idea de un Gran Israel ha sido el objetivo de la ideología sionista desde su creación. Theodor Herzl (1860–1904), fundador y líder del incipiente movimiento sionista, planteaba en 1895 sus primeras ideas sobre la colonización de Palestina: expropiar la propiedad privada, incitar la migración de los palestinos más pobres y negarles trabajo en lo que él imaginaba como "nuestro propio país", un país que en ese momento solo existía como idea. Su perspectiva colonialista era estrategia: "Tanto el proceso de expropiación como el desalojo de los pobres deben realizarse de manera discreta y comedida"(Khalidi, 2023). Esta perspectiva colonialista planteada por Herzl sigue vigente. Así lo demuestra el continuo crecimiento de las colonias israelíes en territorio palestino. Desde el año 2022, hasta hoy, se han intensificado la confiscación y los asentamientos en los territorios palestinos. Este proceso coloniza el concepto mismo de autodeterminación de los palestinos, considerado como una amenaza. El objetivo es abarcar su propio territorio y demostrar que su derecho no tiene valor.

La Ley del Estado-nación aprobada por el Knéset y elogiada por Benjamin Netanyahu, define a Israel como un Estado exclusivamente judío. Esta ley, que degrada el estatus del árabe como lengua oficial, enfatiza en el interés de Israel de avanzar con los asentamientos. El Ex Ministro de Relaciones Exteriores Eli Cohen, defiende la acción de Israel de desplazar permanentemente a la población de Gaza. Además, rechaza la posibilidad de un Estado palestino. Para Cohen, solo hay un país que es la patria de los judíos: el Estado de Israel.

Si el asesinato deliberado de palestinos no conmueve a cierta comunidad internacional, tampoco lo harán los mecanismos militares dirigidos para provocarles una muerte lenta y silenciosa: cortar el suministro de agua y electricidad e impedir la ayuda humanitaria. A esto se suma la provocación de traumas psicológicos y el desplazamiento forzado que los despoja de sus hogares y patrimonio cultural. Los colonizadores israelíes se apropian de esta identidad cultural al despojar por la fuerza a los palestinos de sus tierras y controlarlas. Israel tiene la intención de destruir este pueblo. Human Rights Watch ha documentado, a través de entrevistas a voluntarios de las Naciones Unidas, organizaciones internacionales de ayuda humanitaria, médicos y el análisis de imágenes satelitales, cómo las acciones directas de Israel tienen la clara intención de provocar la muerte a las personas palestinas en Gaza negándoles el acceso al agua, desde octubre del 2023. Diferentes medios califican estas acciones como un acto genocida.

Israel impide el ingreso de ayuda humanitaria y limita el acceso al agua, recurso fundamental para la vida. Esto evidencia la clara intención de provocar la muerte sistemática de los palestinos en Gaza. Si el derecho al agua se considera un derecho humano fundamental, negar este derecho con la intención de matar a las personas puede considerarse un crimen de lesa humanidad. El Ministro de Defensa israelí, Yoav Gallant, había manifestado de forma explícita desde el inicio imponer un asedio total a Gaza, que implicaba dejarlos sin electricidad, comida, agua y combustible. Para Gallant, Israel lucha contra animales humanos y serán tratados como tales. Hasta la fecha, este mecanismo genocida se ha cumplido. La implementación de esta política necrófila se enmarca en las definiciones de actos genocidas de la Convención sobre el Genocidio, en su Artículo II, inciso c: “Sometimiento intencional del grupo a condiciones de existencia que hayan de acarrear su destrucción física, total o parcial”.

Los constantes ataques israelíes contra los almacenes de ayuda humanitaria buscan provocar hambruna entre la población palestina con el fin de someterla y continuar con su proceso de limpieza étnica. Numerosos palestinos en completa indefensión, entre ellos niños, han sido masacrados por las fuerzas militares israelíes al acercarse, hambrientos y desesperados, a los camiones de ayuda. Ante este escenario, para Ramzy Baroud, surge una nueva dimensión del excepcionalismo: la capacidad de Israel de someter deliberadamente a hambre a toda una población de palestinos por el tiempo que le plazca. Este excepcionalismo se realiza ante la impotencia de los organismos internacionales, la complicidad de numerosos gobiernos y la indiferencia moral de una sociedad que prefiere hablar de genocidios y holocaustos como temas del pasado, como parte de la materia obligatoria de historia universal, y no como una realidad que ocurre en este momento. Desde luego, no son nuestros bienes, no es nuestra familia. Es el otro el que sufre.

Como consecuencia de la destrucción de los sistemas de agua y alcantarillado, la OMS encontró la presencia de poliovirus, un virus que causa la poliomielitis en seres humanos. El hacinamiento en los refugios contribuye a la propagación de este virus cuyo contagio se da por vía fecal, oral o respiratoria. Un objetivo claro de táctica militar contra civiles.

Desde el atentado de Hamás el 7 de octubre de 2023, se ha desatado una gran masacre en la Franja de Gaza. Para Israel, todo palestino es sinónimo de terrorista y su objetivo es acabar con sus vidas. La matanza sin precedentes ha eliminado familias enteras. Se han asesinado y mutilado niños, adolescentes, hombres, mujeres y se ha aplicado la tortura de forma sistemática. Los bombardeos han destruido hospitales, iglesias, mezquitas, escuelas, universidades, barrios; todo lo anterior atenta contra la identidad cultural de los palestinos. Se concreta la ideología sionista de erradicar y recolonizar Gaza. Para muchos, el acto terrorista ejecutado por Hamás, una atrocidad reprochable, sirvió como excusa para continuar con el plan de crear un Gran Israel y justificar ante el mundo el desplazamiento o expulsión de los palestinos hacia la región árabe o a Egipto.

Trazamos líneas legales y morales que permiten que el asesinato de civiles indefensos no sea considerado un acto terrorista. El ultraderechista Bezalel Smotrich, ministro de Finanzas israelí, ha advertido que, si el terrorismo continúa, la ciudad palestina de Tulkarem se convertirá en un mar de ruinas como la Franja de Gaza. Esta amenaza se dirige específicamente a Nur a-Shams y Shweika en Tulkarem, y a Qalqilya, una ciudad cercana. Para Smotrich, combatir el terrorismo significa impedir el establecimiento de un Estado palestino y controlar Judea y Samaria dentro del Estado de Israel.

En noviembre de 2023, Smotrich afirmó que "hay dos millones de nazis" en Cisjordania, basándose en una encuesta de opinión que, según él, indica que la mayoría de los palestinos apoyan las masacres perpetradas por Hamás en el sur de Israel. Las autoridades israelíes comparan la ideología de la ofensiva de Hamás con la visión de la Alemania nazi, responsable del asesinato de millones de judíos. Sin embargo, la visión de Smotrich parece ciega e ignora el asesinato diario que ellos perpetúan contra civiles palestinos. Como señala Raz Segal, estas afirmaciones hacen un uso vergonzoso de las lecciones históricas del Holocausto y solo buscan justificar racionalmente el genocidio que están desplegando contra los palestinos. La responsabilidad de los intelectuales es a la vez proporcional y contextual: cada uno, desde su trinchera profesional, se ocupa de asuntos humanos necesarios o importantes. En el ámbito político, un intelectual elige un bando y defiende su postura. Sin embargo, frente a las víctimas, la prioridad no es el análisis ideológico, sino el examen de los hechos concretos, de lo que es. Las estadísticas de sangre y la evidencia documentada por diferentes organismos revelan una clara intención genocida por parte de Israel, que se expresa en la privación de recursos esenciales y la destrucción sistemática de ciudades.

El genocidio no es solo un concepto de libros de texto: para muchas personas en Gaza, es una realidad vivida y particularmente brutal. A su vez, identificar las causas estructurales del terrorismo y promover estrategias eficaces para su detección y prevención, con el fin de garantizar los derechos humanos y el estado de derecho, no debe impedir un juicio crítico sobre las formas de violencia estatal que, bajo el disfraz de legítima defensa, han perpetrado crímenes de lesa humanidad con la complicidad política de muchos gobiernos.

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Fuentes consultadas:

Albanese, F. (2024). Informe de la Relatora Especial sobre la situación de los derechos humanos en los territorios palestinos ocupados desde 1967. Asamblea General de las Naciones Unidas, 79.º período de sesiones, documento A/79/384. https://docs.un.org/es/A/79/384

Baroud, R. (2024, January). Famine in Gaza: Will we continue to watch Gaza starve to death? Middle East Solidarity. https://msd11.gn.apc.org/article/famine-gaza-will-we-continue-watch-gaza...

BBC News Mundo. (2018, 19 de julio). La polémica ley aprobada por Israel que define al país como un "Estado nación judío". BBC. https://www.bbc.com/mundo/noticias-internacional-44883091

Hasson, N., & Fink, R. (2024, 28 de enero). Ministers from Netanyahu's party join thousands of Israelis at resettle Gaza conference. Haaretz. https://www.haaretz.com/israel-news/2024-01-28/ty-article/ministers-from...

i24NEWS. (2024, 3 de octubre). i24NEWS Exclusive: Former FM Eli Cohen says Saudi could accept normalization without Palestinian state. https://www.i24news.tv/en/news/israel-at-war/artc-i24news-exclusive-form...

Keller-Lynn, C., & Magid, J. (2023, noviembre 28). There are 2 million Nazis in West Bank, says far-right Finance Minister Smotrich. The Times of Israel. https://www.timesofisrael.com/there-are-2-million-nazis-in-west-bank-say...

Khalidi, Rashid. (2023). Palestina: Cien años de colonialismo y resistencia. Capitán Swing.

Naciones Unidas. (1948). Convención para la prevención y la sanción del delito de genocidio (Resolución 260 A (III), Asamblea General). https://www.ohchr.org/es/instruments-mechanisms/instruments/convention-p...

Naciones Unidas. (2006). Resolución 60/288: Estrategia global de las Naciones Unidas contra el terrorismo (A/RES/60/288). https://docs.un.org/es/A/RES/60/288

ReliefWeb. (2024, diciembre). El crimen de exterminio y el genocidio de Israel en Gaza. https://reliefweb.int/report/occupied-palestinian-territory/el-crimen-de...

Segal, R. (2023, October 13). A textbook case of genocide. Jewish Currents. https://jewishcurrents.org/a-textbook-case-of-genocide

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