Póngale el ojo al "Cementazo"

29 de Septiembre 2017 Por: Kenneth Mora Pérez
cemento

Imagen ilustrativa

La Oficina de Comunicación y Mercadeo no toma como suyas, las opiniones vertidas en esta sección.
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Un contexto particular es la situación actual del escándalo de corrupción que más ha movido el piso de la administración de Luis Guillermo Solís.  Además, el marco político de las próximas elecciones parece acercarse como uno de los nuevos protagonistas que tendrá la contienda electoral.

La acontecido con la exportación de cemento desde China, un millonario préstamo bancario y el supuesto trafico de influencias, entre otras acciones, han surgido como resultado de una maraña que hasta cierto punto es difícil de comprender, pero que es importante "ponerle el ojo".  Es poner atención al que ha sido llamado como el Cementazo.

Las consecuencias para el futuro cercano de nuestro país, así como los efectos que podría tener para el marco de acción del TEC son parte de las aristas a considerar en este caso que ha evidenciado todo un nuevo shock político y económico para el país.

Preguntarse la afectación para nuestra universidad sobre el Cementazo es fundamental, ya que más allá de lo que pueda parecer,  el TEC tiene una dependencia financiera de la producción cementera que se genera en la provincia de Cartago.

La Ley 6849, instaurada en febrero de 1983, impone un tributo de un 5% de venta al cemento producido en Cartago, San José y Guanacaste. Esto logra ser parte de un modelo en el que se busca beneficiar a la población de distintos cantones por medio de  la distribución de recursos a organizaciones educativas, comunales y municipales.

Entender la situación contextual de la provincia de aquella decáda es esencial, ya que la producción de cemento inició en Cartago con la incursión de la Fábrica Nacional de Cemento (hoy Holcim), empresa que se mantuvo en el mercado, en solitario, hasta que inició la explotación en la zona de Guanacaste por parte de Cemex.

Este hecho llevó a que la ley fuera diseñada para gravar la producción en sólo esas dos provincias y con posterioridad en Desamparados, San José, lo que ha generado vacíos legales cuando otras empresas o lugares han querido ser partícipes del mercado.

El panorama duopolista se ha mantenido a la fecha, con regulaciones técnicas que han desestimulado la importación y comercialización de este producto, elementos que parecen ser actores -más añejos- pero siempre parte del Cementazo.

La opción propuesta por Juan Carlos Bolaños de comercializar cemento importado desde China mediante un préstamo millonario -que parece no sería cancelado- puso en manifiesto una vez más cómo el país está sujeto a intereses comerciales de alto rango, así como una muestra clara de que los tentáculos de la corrupción no tienen límites y ha logrado permear de manera casi igualitaria a todos los poderes de nuestra República.

Sin embargo, un punto importante de reflexión en este sonado caso es la posible afectación que pueda tener nuestra Universidad, al estar en riesgo una fuente más de financiamiento para la operación regular de nuestra Institución.

Si bien un 15% de ingresos para el TEC del cobro total del impuesto puede no sonar tanto, el marco actual presupuestario de la Institución pone en alerta no solo este importante punto de la situación, ya que logra conjugarse además con el crecimiento mínimo del Gobierno de la República para el Fondo Especial de Educación Superior (FEES), y que marca nuevos escenarios para el funcionamiento regular de esta Universidad y otros actores de relevancia social.

A pesar de que a la fecha aun no se tienen efectos palpables por la disminución en este rubro, la apertura de este mercado así como la posible reducción en la producción local de cemento, puede ser un factor riesgo para las finanzas institucionales, sin desmeritar la importancia que tiene este hecho en la economía nacional, el medio ambiente y para el consumidor.

Considerar entonces posibles escenarios ante las reducciones presupuestarias, así como entender los efectos para nuestro entorno inmediato de casos como el Cementazo es esencial en la práctica universitaria de nuestro TEC.

El fortalecimento de modelos de autofinanciamiento deben ser cada vez más una constante, así como opciones en el que no sea el FEES nuestro gran patriarca monetario, sino nuestro mismo accionar en el contexto científico tecnológico del país.

Las próximas elecciones y la contienda electoral venidera se marcan como una nueva oportunidad de creer, de informarse y de decir como queremos que se hagan las cosas. El Cementazo, un caso de más corrupción, nos enseña a no olvidar y saber que lo que debe preocuparnos no es el silencio de la gente mala, sino el silencio e indiferencia de la gente buena.

Cemento, Opinión, Columnas