TEC gradúa el primer ingeniero ciego de Costa Rica

  • Junto a David se graduaron 547 personas 
12 de Marzo 2018 Por: Irina Grajales Navarrete
En la foto: David Campos posa como el primer ingeniero no vidente graduado en Costa Rica.

Hoy, David trabaja en el Tecnológico de Costa Rica (TEC) creando programas especiales que ayuden a otras personas en su condición (Foto: Ruth Garita / OCM). 

David Campos se convierte en un ejemplo de perseverancia, lucha y superación, al ser el primer ingeniero no vidente graduado en Costa Rica. 

Este joven oriundo de las Musas de San Ramón de Alajuela, hijo de agricultores y el quinto de siete hermanos subió al escenario acompañado por su padre, Rodrigo Campos de 67 años.

Todo ello mientras se declaraban las siguientes palabras:

"Él abre el camino para que otras personas con su condición y que sueñan con ser ingeniero lo consigan. Además, en su paso por nuestra comunidad se le agradece haber impulsado a que el TEC sea una institución más inclusiva y accesible".

David recibió su máximo galardón: Ingeniero en Computación graduado del Tecnológico de Costa Rica (TEC). 

"Me siento tan orgulloso de mi hijo. Aún recuerdo cuando me dijo que quería entrar al TEC. Con mucho esfuerzo le conseguimos un apartamento. Yo vine, lo dejé y, en todo el regreso hasta San Ramón lloré. Mi esposa y yo estábamos muy asustados", recordó su padre un agricultor de café y de caña de india. 

- David, ¿tuvo momento duros?

"Muchos..."

- ¿Qué lo hacía seguir a delante?

"Yo quería volar... 

Mi sueño de niño era ser piloto de aviación. Recuerdo que solía buscar tablas y clavos para construir mis propios aviones. Nunca había visto uno, pero los construía a como yo me los imaginaba. Por supuesto, en esa época no tenía muy claro que implicaba ser ciego, pero yo quería volar". 

 

En la foto, David recibe su título como Ingeniero en Computación. Al escenario subió acompañado por su padre, Rodrigo Campos.

A volar...

La pasión de David por la tecnología inició a los 10 años, cuando tras recibir clases de computación pidió a sus padres una computadora portátil para ir a la escuela.

Según relata, la regleta y la máquina braille eran muy pesadas para un niño de tercer grado.

“Ese mismo día nos fuimos para San José. No teníamos mucho presupuesto y en una venta de computadoras usadas conseguimos una. Claro, cuando llegué al aula era la novedad, mis compañeros hacían rueda”, señaló entre risas.

Su pequeña computadora o su tercer brazo como David lo describe se convertiría en su pasión. Y es así como al terminar el colegio decide entrar al TEC. 

"Cuándo entré a la Universidad algunas personas ciegas me decían `¿Cómo va a ser ingeniero? Antes que usted otros ciegos ya lo han intentado y no lo han logrado. La carrera es inaccesible. Pero, no los escuchaba. Yo quería volar", relata. 

Hoy, David trabaja en el Tecnológico de Costa Rica creando programas especiales que ayuden a otras personas en su condición. 

- ¿Le podrías dar un consejo a las personas que le están leyendo?

"Atrévanse a soñar. No se dejen llevar por prejuicios o por lo que las personas dicen. Yo he pasado momento muy duros, pero todos valieron la pena. Solo quiero decirles que crean, porque aunque no puedas ver, sí se puede volar", puntualizó. 

Junto a David se graduaron 547 personas. Las graduaciones se llevaron a cabo durante dos días en cuatro actos de graduación. Todas ellas, en el auditorio del Centro de las Artes en la sede central del TEC.

 

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