La Rectoría: una transición importante

  • El TEC es un ejemplo de participación libre y democrática en procesos electorales internos.
29 de Mayo 2019 Por: Jorge Quesada Araya
Personas haciendo fila para emitir el voto

Participación de la Comunidad Institucional en la primera ronda electoral el 23 de mayo.  Foto OCM.  

La Oficina de Comunicación y Mercadeo no toma como suyas, las opiniones vertidas en esta sección.

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Ya que pasaron las elecciones del 23 de mayo, con un resultado de todos conocido, estoy seguro que las agendas de los dos candidatos que siguen en la contienda estarán más que saturadas con reuniones que en este momento adquieren vital importancia, puesto que cada uno de ellos debe convencer a los votantes de la comunidad institucional que son la mejor opción para dirigir los destinos de nuestra institución durante los próximos cuatro años.

Cada uno de nosotros, como protagonistas de un proceso que definirá el Tecnológico de las próximas décadas, no podemos asumir una actitud pasiva ante los retos que asumirán las nuevas autoridades institucionales.  Debemos estar vigilantes de todas y cada una de sus acciones con miras a mantener nuestra institucionalidad y la eficiencia de la administración.  El Tecnológico no es una institución aislada y requiere que hoy nuestras autoridades mantengan una constante y transparente comunicación con el gobierno y con los organismos que apoyan nuestro accionar.  Pero no solo debemos estar vigilantes, debemos ser eficientes y desarrollar nuestras labores con apego a la misión y los principios institucionales, las autoridades solo dirigen el timón, los demás (docentes, estudiantes y administrativos), marcamos el rumbo.

Es de esperar también que, en los próximos meses, encontremos en las nuevas autoridades espacios para la discusión, el análisis y la búsqueda de las mejores soluciones  a los problemas que constantemente nos afectan, principalmente aquellos que tienen que ver con el presupuesto (FEES), el deterioro de las relaciones humanas dentro de nuestra cultura organizacional, el deterioro de la imagen de las universidades públicas y la pertinencia de nuestra oferta académica según los requerimiento del país, solo por mencionar algunos  de los más macro y sin descartar aquellos que, a lo interno, cotidianamente afectan nuestro desempeño.

Las elecciones del próximo 13 de junio deben repetir la abrumadora participación de la comunidad institucional en el proceso.  Debemos ir a votar por el candidato de nuestra preferencia y quien resulte electo debe asumir el reto ejecutivo con responsabilidad y compromiso, enfocado en la institución.  Queremos un rector abierto al diálogo, un rector que vea a la institución como un todo y que no se enfoque en un solo sector, queremos un rector que propicie una cultura organizacional proactiva, comprometida, dinámica y eficiente.  Pero también queremos un rector fuerte, con carácter, un rector que sepa defender la autonomía universitaria y que asuma su rol de rector por encima de cualquier aspiración particular.

El TEC es un verdadero ejemplo de participación libre y democrática en procesos electorales internos.  Todos debemos ir a votar con la convicción de que la persona que elijamos, y sus colaboradores, sabrán conducir los destinos de esta institución por la ruta de la prosperidad y el bienestar para la sociedad costarricense.

Opinión, RectoríaTEC2019