Edificio “huérfano” es adoptado formalmente por el Centro Académico de San José

24 de Octubre 2016 Por: Fernando Montero Bolaños

Así luce actualmente el edificio conocido como “Rafles”, en San José, donde se imparten lecciones de tres carreras del Tecnológico. (Foto: Fernando Montero/OCM)

    Inmueble es parte del Centro Académico de San José desde hace 40 años

    Estudio legal, que tomó casi dos años, permitió aclarar la situación jurídica del edificio

El Tecnológico de Costa Rica inscribió a su nombre el edificio conocido como “Rafles”, en agosto pasado, luego de casi 40 años de usarlo para el funcionamiento del Centro Académico de San José.

El inmueble arrastraba un vacío legal poco común desde su construcción, a mediados del siglo XX. No obstante, esta situación nunca fue obstáculo para que el TEC desempeñara sus labores docentes, de investigación y de extensión en la capital.

La Institución se enteró de este problema jurídico cuando iba a hacer la reunión de fincas que le solicitó el Banco Mundial, como requisito para construir un nuevo inmueble para el Centro Académico, contiguo al edificio Rafles. Al realizar este trámite se descubrió que la propiedad no estaba a nombre del TEC, sino del Estado Costarricense.

Inicialmente, el edificio fue ocupado por la Escuela Técnica Nacional, fundada en 1949 y dirigida por el ingeniero Rafael William Keith, conocido como Rafles, quien en una carta, con fecha del 24 de junio de 1977, manifiesta su deseo de traspasar el lote, el edificio y todo el mobiliario al Tecnológico de Costa Rica, dada su avanzada edad y problemas de salud.

“Se ha escogido al Tecnológico por ser la entidad que tanto en el criterio del suscrito, como de un grupo de amigos al efecto consultados, nos ha parecido ser la entidad que con mayor acierto pudiera continuar y ampliar la labor, que durante los 27 años recién pasados, hemos venido llevando a cabo en la Escuela Técnica Nacional”, destacó el señor Keith en su nota.

El traspaso se efectuó el 30 de junio de 1977 y se ratificó mediante decreto ejecutivo publicado en La Gaceta del 2 de julio de ese mismo año.

Sin embargo, el decreto nunca fue firmado por el entonces presidente de la República, Daniel Oduber Quirós; sin que se sepa, hasta el día de hoy, las razones por las que no se completó este requisito.

Se supone que el presidente Oduber nunca firmó el decreto ejecutivo porque en el proceso se descubrió que el inmueble nunca le perteneció al señor Keith, sino al Estado Costarricense. Pocos meses después, hubo cambio de gobierno y la situación nunca se solventó.

Aunque la propiedad siempre fue del Estado, nunca se le asignó a una institución específica para que la administrara. De ahí que Grettel Ortiz, directora de la Oficina de Asesoría Legal del TEC, lo calificara como un “edificio huérfano”.

De la CCSS al TEC

Según datos del Registro Nacional, a mediados del siglo XX el Estado constituyó una hipoteca a favor del Instituto Nacional de Seguros (INS) para ubicar en la propiedad en mención unas oficinas de la Caja Costarricense de Seguro Social (CCSS). Pero, por razones desconocidas, el terreno nunca se le entregó a la CCSS, sino que fue utilizado por el señor Keith para construir el edificio que albergó a la Escuela Técnica Nacional por más de 2 décadas.

El 23 de junio de 1977 el Consejo Institucional del TEC conoció el tema del traspaso de la Escuela Técnica Nacional al Tecnológico y acordó llamar al edificio “Rafael Keith Alvarado (Rafles)”, en honor a quien donó el inmueble.

Además, se estableció hacerle un homenaje a Keith y otorgarle ₡2.000 mensuales, como agradecimiento por su noble gesto. Estos acuerdos se tomaron partiendo del hecho de que la donación estaba en orden y era respaldada por un decreto ejecutivo.

El traspaso de los bienes de la Escuela Técnica Nacional sirvió para que el Tecnológico creara su Sede de San José, la cual modificó su nombre al actual Centro Académico de San José en 1982. Hoy en día, este Centro atiende a más de setecientos estudiantes que cursan las carreras de Ingeniería en Computación, Administración de Empresas, Arquitectura y Urbanismo y la Maestría en Ciencias de la Computación.

Para solucionar el vacío legal de la propiedad el Tecnológico realizó un completo estudio jurídico e histórico, para que el Ministerio de Educación Pública (MEP) asumiera la paternidad del edificio, a nombre del Estado Costarricense, y luego lo donara al Tecnológico.

Este proceso, que tardó casi dos años, fue conocido por el Registro Nacional, el Ministerio de Hacienda y la Procuraduría General de la República, y finalizó exitosamente el 26 de agosto pasado.

Marlene Ilama, directora del Centro Académico de San José, celebró la inscripción del edificio Rafles a nombre del TEC por la seguridad patrimonial que le brinda a la institución. “Es un hecho de gran trascendencia, sobre todo tomando en cuenta el crecimiento y la consolidación que está experimentando el Centro Académico de San José, con toda su oferta académica acreditada”, resaltó.

Actualmente, el edificio Rafles cuenta con 12 aulas, biblioteca, dos laboratorios de cómputo, una sala-taller, un aula para danza y un laboratorio de pesos, medidas e impresión 3D.

Algunos espacios del inmueble se modificarán una vez que entre a funcionar el nuevo edificio que el Tecnológico está construyendo con el empréstito del Banco Mundial a las universidades públicas.

¿Quién fue Rafles?

El Ing. Rafael William Keith Alvarado, conocido con el apodo de Rafles, fue hijo de John M. Keith y sobrino de Minor Keith, el mismo empresario estadounidense que terminó de construir el ferrocarril al Atlántico, consolidó el negocio del banano en Centroamérica -por medio de la United Fruit Company- e incursionó en el comercio del cacao y del oro.

Rafael Keith se graduó de la Universidad de Cornell, en Nueva York, a principios de la década de 1930; justo cuando Estados Unidos experimentaba la Gran Depresión Económica.

Gracias al vínculo que su familia ya tenía con Costa Rica, por los negocios de su tío Minor, se radicó en el país, donde desarrolló toda su carrera profesional, enfocándose en la enseñanza de la ingeniería.

Es así como su nombre aparece en varias actas del Consejo Universitario de la Universidad de Costa Rica (UCR), donde destaca la del 23 de diciembre de 1942, en la que se le escoge como profesor de Mecánica Aplicada para la Facultad de Ingeniería.

Luego de dedicarse a la docencia en la UCR, Rafles decidió crear la Escuela Técnica Nacional, en 1949, junto con el Ing. Antonio Fernández y el Lic. Mariano Ramírez. Esta iniciativa contaba con un subsidio estatal y buscaba dotar a los jóvenes (hombres solamente) de conocimientos en especialidades técnicas, como en dibujo arquitectónico, electricidad, química, física y matemática.

Aunque a simple vista parezca que Rafael Keith Alvarado actuó indebidamente al construir un edificio en una propiedad del Estado Costarricense y luego donarlo al Tecnológico de Costa Rica, hay quienes piensan que el señor Keith fue víctima de una estafa al comprarle el terreno a alguien quien fingió ser el dueño.

Otra de las teorías de los defensores de Rafles, es que sus familiares tenían grandes influencias políticas, gracias a las cuales el Estado le cedió el terreno para construir el edificio que sirvió de sede a la Escuela Técnica Nacional y le otorgó un subsidio para su funcionamiento.

 

Esta es la parte trasera del edificio Rafles, donde se concentra la mayor actividad del Centro Académico de San José. (Foto: Fernando Montero/OCM)