¿Por segunda vez, Costa Rica votará por lo impredecible?

15 de Enero 2018 Por: Irina Grajales Navarrete

La Oficina de Comunicación y Mercadeo no toma como suyas, las opiniones vertidas en esta sección.

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Durante las elecciones presidenciales 2014 – 2018, una encuesta realizada por Unimer revelaba que solo el 17% del electorado sabía quién era Luis Guillermo Solís. Incluso, muchos lo confundían con uno de los hombres más famosos del Partido Acción Ciudadana: Ottón Solís.

En aquel momento, la encuesta mostraba a los candidatos más conocidos: Rodolfo Hernández, Johnny Araya, José María Villalta, José Miguel Corrales, Óscar López, Otto Guevara… y ocupando el noveno lugar: Luis Guillermo Solís. Aunque usted no lo crea. Ese era el panorama cuatro meses antes de las elecciones presidenciales.

Un mes antes. Otra encuesta de Unimer señalaba que Solís contaba con un apoyo marginal del 5.5% de los probables votantes encuestados. Ya en el poder, Solís se convirtió en la confirmación de que en Costa Rica, se había acabado el bipartidismo, el candidato favorito… y lo predecible.

Hoy, cuatro años más tarde, la historia se repite. La última encuesta realizada por Opol Consultores coloca a Antonio Álvarez Desanti como el favorito para ganar las lecciones con 26,2%. Lo mismo que le ocurrió a Johnny Araya hace cuatro años, cuando las encuestas decían que tenía el 30% del apoyo de los votantes. 

Sin embargo, un sondeo realizado por el sitio web Tome palpinto (en la misma semana) revela que si hoy fueran las elecciones el candidato cristiano, Fabricio Alvarado, sería el próximo presidente de la República, o al menos estaría entre los primeros dos lugares para ir a la segunda ronda.

Lo más interesante es que la encuesta de Opol fue realizada a 2875 personas, mientras que del sondeo participaron 33.408 personas.

¡Que son perfiles falsos¡, ¡Que participaron menores de edad¡ o ¡Que participaron páginas no perfiles! Puede ser, pero la realidad nos muestra que la historia se repite. Los ticos podrían votar por el candidato que tan solo hace 6 meses, nadie le daba ni el quinto lugar. Nadie esperaba un voto más allá de las iglesias evangélicas. 

Si esta es la tendencia que le espera a Costa Rica, para los próximos años, es mejor que los partidos tradicionales lo tomen en cuenta. La población hoy exige, posiciones claras frente a todo tipo de temas: ambiente, salud, seguridad, corrupcion, familia, derechos humanos... 

El silencio para luego explicar la posición, cambiar de opinión frente a algunos temas, negar entrevistas a medios de comunicación o inventar promesas que no se pueden cumplir, son hechos que llevan a la indiferencia y a la crítica por parte del electorado. 

Ya no se vota por herencia partidaria o por promesas de plazas sino por quién nos represente y le asegure a mis generaciones un mejor futuro. Así que la pregunta es: ¿Por segunda vez, Costa Rica votará por lo impredecible?

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