Informe Estado de la Educación 2019

Nuevos desafíos surgen para el acceso a la educación superior costarricense

  • Cobertura en educación superior se encuentra en fase de estancamiento desde hace 10 años, según Informe.
  • Modelo tarifario del TEC es parte de un análisis especial que se expone en Séptimo Informe.
27 de Agosto 2019 Por: Kenneth Mora Pérez
estudiantes en clase

El último informe señala el crecimiento de estudiantes de primer ingreso en las universidades estatales que procede de colegios públicos o subvencionados. (Imagen ilustrativa/ Archivo OCM)

Más de mil programas académicos en distintos niveles, impartidos tanto en universidades públicas como privadas, forman parte de la oferta académica disponible en Costa Rica según datos del último Informe Estado de la Educación 2019.

Sin embargo, esta oferta se encuentra concentrada en pocas áreas de conocimiento y la mayoría registra poca actualización, según revela el análisis compilatorio del panorama educativo nacional realizado por el programa Estado de la Nación.

El Informe revela que en el país existen 64 universidades: cinco públicas, seis internacionales y 53 privadas, las cuales fueron analizadas según tres criterios: números de títulos que otorgan, cantidad de oportunidades educativas que ofrecen, y el grado de concentración de la oferta académica en áreas del conocimiento.

Sin embargo, el Séptimo Informe revela que el país debe afrentar nuevos desafíos de acceso a la educación superior para aumentar así su cobertura.

“La cobertura en educación superior en Costa Rica se encuentra en una fase de estancamiento desde hace 10 años. Para superar estos bajos niveles, el país requiere hacerle frente a desafíos, como mejorar el acceso de algunas poblaciones vulnerables”.

Para lograr aumentos y atender las necesidades de cobertura futuras, los analistas destacan que se deben atender desafíos como los problemas estructurales y desigualdades del sistema, además de lo señalado en informes anteriores que indican la necesidad de superar la desarticulación entre las instituciones universitarias.

En materia de regionalización se identifica la necesidad de articular la oferta con el fin de reducir traslapes innecesarios entre instituciones (carreras y localización), además de buscar complementariedades como estrategia para fortalecer la presencia e incidencia de la educación superior fuera del Valle Central.

¿Qué dice de las U Públicas?

El informe analiza diversas perspectivas educativas que incluyen desde la educación preescolar, primaria, secundaria así como la superior.

En el ámbito de la educación superior estatal, destacan datos particulares como el crecimiento de estudiantes de primer ingreso que procede de colegios públicos o subvencionados, llegando a ser de un 86% en el 2017, frente al 79% del 2009.

Respecto a la cantidad de carreras,  cada una ofrece alrededor de 50 carreras en diversas disciplinas, y otorga más de mil títulos por año, entre las cuales destacan según el informe, la Universidad de Costa Rica y el TEC; casas de estudio que tienen la mayor oferta académica en áreas de las ciencias, tecnología, ingeniería y matemática.

Asimismo, señala cómo el tiempo promedio de graduación en las cinco universidades estatales ha disminuido en los últimos 20 años, ya que según el último cohorte analizado (nuevos ingresos 2011), la población requirió menos de cinco años.

En referencia a las sedes, ofertas y campus en regiones periféricas, se evidencia un conjunto de hallazgos en común. Primero, que la oferta universitaria no se planteó siempre a partir de estudios pormenorizados de las necesidades regionales; más bien se detectó una alta frecuencia de sedes creadas por solicitudes específicas de autoridades locales o grupos organizados, en los que medió la oferta de terrenos para asentar las nuevas instalaciones.

“Los recintos públicos tienden a reproducir en pequeña escala la estructura central, pero con poca autonomía, lo que entorpece la comunicación interna y limita la agilidad en la toma de decisiones” indica el Informe, al tiempo que indica cómo los acuerdos tomados por CONARE en el 2018 sobre coordinación de la regionalización universitaria buscan avanzar en esa línea.

Una mirada al modelo tarifario del TEC

Como parte de los elementos particulares del Informe, está un amplio análisis de las características de estratificación socioeconómica de los estudiantes del TEC y el rediseño del cobro por créditos matriculados.

Empleando estadísticas institucionales y una encuesta específica con estudiantes, aplicada en agosto de 2018 a 540 estudiantes activos, se llevaron a cabo varios ejercicios para segmentar la población del TEC según la condición socioeconómica.

La encuesta demostró resultados divididos en cinco grupos claves:

  • 11.9% de hogares con importantes dificultades para atender sus gastos básicos y sin capacidad de realizar ninguna contribución incremental.
  • 35,6% apenas le alcanza para satisfacer sus necesidades básicas.
  • 50,4% (grupos 3 al 5), que cuenta con capacidad de pago suficiente para satisfacer otro tipo de necesidades no básicas y hasta ahorrar.

Estos datos y otros complementarios dispuestos en el Informe, conllevaron a la propuesta de estimación del potencial de recaudación por ajuste en la tarifa de matrícula en razón de que actualmente el modelo tarifario es no simétrico, con reglas de cobro diferenciadas hacia arriba y hacia abajo de la base.

(Tomado del Informe Estado de la Educación 2019)

A partir de estas consideraciones, la reflexión que expone el Informe sobre un nuevo modelo tarifario del TEC debe incluir al menos tres componentes: un objetivo de política recaudatoria, el análisis de la conveniencia de una tarifa diferenciada, y la evaluación de la capacidad y disponibilidad de pago de los estudiantes y sus familias.

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