Emprendimiento social

Microempresas dan mantenimiento a caminos rurales y crecen con apoyo de TEC Emprende Lab

 

Son 20 microempresas alrededor de todo el país

 

Convenio del MOPT da trabajo local y abarata costos de mantenimiento

 

7 de Septiembre 2022 Por: Johan Umaña Venegas
Dos personas realizan corte de zacate al lado del camino.

La iniciativa del MOPT y el BID sirvió para que 20 asociaciones de desarrollo crearan microempresas para el mantenimiento de rutas cantonales. Un ejemplo es la que formó la Asociación de Desarrollo Integral de Cipreses de Oreamuno (Adico), en Cartago. Foto: Ruth Garita / TEC.

Distribuidas por zonas rurales del país, 20 microempresas dan mantenimiento a los caminos cantonales, a la vez que se preparan para crecer de manera que puedan seguir ofreciendo servicios de calidad y generar empleo.

Estas organizaciones surgieron como parte de la iniciativa “Microempresas de Mantenimiento Vial por Estándares Comunitarias (MMEC)”, desarrollado como parte del Programa de la Red Vial Cantonal II, del Ministerio de Obras Públicas y Transportes (MOPT) y el Banco Interamericano de Desarrollo (BID), con la asesoría técnica de la Cooperación Alemana (GIZ).

Mientras que el Tecnológico de Costa Rica (TEC) ofrece servicios, por medio de TEC Emprende Lab, para ayudar a que estas empresas solidifiquen su modelo de gestión y aprovechen el capital semilla para seguir funcionando y creciendo más allá del contrato con el MOPT.

“Trabajamos en acompañar a las microempresas en la gestión y capacitación de los funcionarios para que puedan ser competitivas. La primera fase fue de diagnóstico y a partir de ahí les desarrollamos un plan de acción, que consiste en capacitar y sensibilizar, tanto al administrador como a la junta directiva de las asociaciones y al personal que está trabajando en el campo, en cuanto a la necesidad de tomar muy en serio lo que es una empresa”, acotó Johnny Poveda Mora, coordinador de TEC Emprende Lab.

Cada microempresa consta de una persona administradora y 12 colaboradores, quienes se encargan de labores de mantenimiento como limpieza de cunetas y alcantarillas, recorte de maleza, recolección de basura, mantenimiento de rótulos, bacheo de huecos y reparaciones menores, entre otras.

Esto quiere decir que el proyecto ayuda a crear 260 empleos directos en zonas rurales. Además, tiene la particularidad de que se superó la meta de género y más de 35% de las personas trabajadoras son mujeres.

A las 20 empresas se les dio un contrato por tres años de mantenimiento, iniciando en 2021. Desde GIZ aseguran que el proyecto ha presentado resultados muy positivos, por lo que se está promoviendo que estas microempresas puedan ser contratadas para seguir haciendo el mantenimiento en rutas nacionales.

Mientras que desde TEC Emprende Lab se ha trabajado para fortalecer la gestión administrativa de las empresas, de manera que puedan extender sus vínculos con las municipalidades y también buscar otras opciones de negocio, como empresas y comercios locales.

“Hoy en día estamos haciendo un plan de negocios para la microempresa. El objetivo es no atenerse al plan piloto, sino consolidar la gestión para que la empresa vaya más allá y ojalá siga creciendo”, comentó Gerardo Ramírez Carvajal, administrador de la microempresa formada por la Asociación de Desarrollo Integral de Cipreses de Oreamuno (Adico), en Cartago.

Las microempresas atienden más de 900 kilómetros de caminos rurales. Según una información del MOPT en su sitio web, se ubican en los cantones de:

Microempresas en zonas rurales de 20 cantones

Desamparados

Talamanca

Parrita

Tarrazú

Matina

Upala

Buenos Aires

Guácimo

Santa Cruz

Osa

Montes de Oro

Hojancha

Coto Brus

Orotina

Bagaces

Monteverde

Garabito

Los Chiles

Oreamuno

Quepos

 

Además del contrato por tres años, a las organizaciones se les facilita la asesoría en gestión empresarial con TEC Emprende Lab, capacitación con apoyo del Instituto Nacional de Aprendizaje (INA) y capital semilla en forma del equipo, que va desde machetes hasta mezcladoras de cemento o tanquetas de emulsión asfáltica.

“La labor es mucho de concientización, tanto de las personas administradoras como de los operarios, de que son parte de una empresa a la que deben contribuir para que crezca. También de que es una empresa social, porque están enmarcadas dentro de asociaciones de desarrollo, y tienen la particularidad de que además de buscar ser financieramente exitosas, buscan un beneficio para la comunidad. Se trata de que entiendan que la empresa es de ellos, a la vez que les enseñamos de las mejores prácticas de gestión”. Johnny Poveda Mora, coordinador de TEC Emprende Lab.

“Costa Rica es uno de los países que tiene mayor cantidad de caminos por kilómetro cuadrado de extensión. Eso es una virtud para temas como la producción o el turismo ecológico. Pero también es una enorme responsabilidad, porque esos caminos para mantenerlos transitables en toda época del año hay que hacer una muy buena labor”. Eduardo Barquero Solano, asesoría técnica de GIZ en el MOPT.
El docente explica al frente de los colaboradores.

Johnny Poveda, coordinador de TEC Emprende Lab, presenta varias opciones de negocios en el cantón de Oreamuno a los colaboradores de la microempresa de la Asociación de Desarrollo Integral de Cipreses de Oreamuno (Adico), en Cartago. Foto: Ruth Garita / TEC.

El valor de cuidar la casa

Para Eduardo Barquero Solano, director de asesoría técnica de GIZ en el MOPT, el plan ha sido exitoso por varios factores, primero en lo económico pues se ahorra el traslado de personal y maquinaria.

Labores de mantenimiento en Cipreses de Oreamuno, Cartago. Foto: Ruth Garita / OCM.

También bajan los costos en supervisión, pues se consolida un modelo de medición de resultados que sirve para constatar que las empresas realmente están cumpliendo con los requerimientos.

“El modelo que se está implementando tiene no solamente la particularidad de contratar a asociaciones de desarrollo, de gente que viva a lo largo de los caminos, sino también de que estas labores se realizan por estándares de servicio a los cuales se les asocien indicadores de servicio. Funciona así: yo no pago si la maleza está a más de 50 centímetros de altura o si el bacheo quedó mal.

“Eso significa que vamos a ahorrar costos de supervisión, cosas de inspección, porque los indicadores todos los comparten. Si una alcantarilla tiene más de 15 centímetros de sedimento, no está cumpliendo el estándar, y así por el estilo para cada labor”, ahonda Barquero.

A ese factor de ahorro, apunta Barquero, se suma el apropiamiento de los caminos por parte de los pobladores. Que las personas sientan que la obra pública es propia y aprenda a cuidarla.

Otra virtud de este modelo es que tiende a disminuir la corrupción, no solo por los estándares de servicios, sino además por la distribución de las contrataciones; pues elimina megacontratos y con ello la posibilidad de que pocas empresas se pongan de acuerdo para ofrecer tarifas más altas.

“El trabajo a mí me gusta mucho, porque es dedicarse a limpiar donde uno vive, incluso a veces me toca limpiar directamente donde vivo. Así que uno se esmera mucho, para ver bonita la comunidad donde uno vive. Y la relación con los compañeros es muy agradable, hay mucho compañerismo”. Olga Ramírez Jiménez, colaboradora microempresa en Oreamuno de Cartago.

De cara al futuro

En julio pasado el Gobierno ratificó la reforma al artículo 23 de la Ley 3.859, con lo que se amplía la posibilidad de que las más de 3.900 asociaciones de desarrollo en el país creen microempresas comunitarias para dar mantenimiento a la infraestructura comunal y a las vías públicas.

Según Barquero, cuando se establezca el reglamento de esta reforma legal, las microempresas tendrán mayores facilidades para ser contratadas por municipalidades y ministerios, de forma que sigan ofreciendo servicios de mantenimiento en sus comunidades.

Pero la idea no es que las microempresas se limiten a ofrecer servicios al sector público, sino que desarrollen sus propias oportunidades de negocios y sigan creciendo como opciones de empleo dentro de sus comunidades.

Para esto, TEC Emprende Lab ha desarrollado un mapeo de oportunidades de negocios en cada comunidad, con el listado de las empresas, comercios y organizaciones de turismo, entre otras.

“Siempre se estipuló que parte del convenio era guiarlos en esa búsqueda de nuevas oportunidades de negocios. Que no dependan solo del MOPT y las municipalidades, sino que puedan salir adelante una vez que se termine el contrato y seguir creciendo”, apunta Poveda.

Además, TEC Emprende Lab ha aprovechado las capacidades de la Universidad para presentar a las empresas opciones de capacitación en otras áreas, como en construcción o forestal.

TEC Emprende Lab, MOPT, Mantenimiento vial, Emprendimiento