Consciente de todos los desafíos que vive la sociedad actual ante la pandemia ocasionada por el SARS-COV-2, el TEC de Costa Rica siempre a la vanguardia, ha generado una serie de herramientas e iniciativas en pro de su población académica y del país.
El gran desafío en el entorno global es educar para innovar, con el fin de estimular la inversión.
Se tendrá así el efecto dominó para ser un verdadero agente de cambio económico y social.
Conscientes de que un sistema de trazabilidad mejora notoriamente los controles, pero también impulsa la competitividad, es hora de que el país asuma un verdadero rol de liderazgo en este tema y tome las riendas hacia una ruta rentable, sostenible y productiva.
En tiempos en que rastrear los productos a lo largo de su cadena de comercialización se vuelve vital, contar con un sistema de trazabilidad es urgente para salvaguardar vidas. Tan importante es conocer el origen como todo lo que se genera después.
Cada vez más, la tendencia de consumo apunta a conocer el índice de sustentabilidad de un producto y en esto, descubrir sus orígenes y proceso de transformación juega un papel fundamental para el consumidor.
Va al supermercado y lo adquiere. Luego lo preparas y lo come. ¿Se ha puesto a pensar alguna vez, cuál es el origen de la materia prima de esa pasta que se está llevando a la boca? Venida de menos a más, la trazabilidad ha cobrado una enorme importancia en estos últimos tiempos.
Inmenso, abrazador, ahí donde se respira vida y tranquilidad yacen nuestros bosques, esos que poco a poco se han ido asomando nuevamente, pero que aún en este siglo retan y nos recuerdan un pasado que aterroriza, y que si no se cuidan y restauran puede ser devastador.