
Resumen:
En los últimos años, las microalgas han sido objeto de investigaciones debido a su capacidad fotosintética, su papel en la producción de oxígeno atmosférico, además de participar en el modelado ambiental. Su adaptación a diversos nichos ecológicos les ha permitido generar una amplia variedad de metabolitos con diferentes aplicaciones industriales; en este punto la biomasa de microalgas con alto contenido lipídico ha surgido como una alternativa a las fuentes tradicionales de lípidos, que enfrentan limitaciones relacionadas con el uso intensivo de tierras y agua. Pese a su potencial, la producción de microalgas aún no es económicamente viable debido a los altos costos asociados con su cultivo y procesamiento. Los principales desafíos incluyen la selección de cepas adecuadas, la optimización de las condiciones de cultivo (como luz, nutrientes y CO2) y el diseño de fotobiorreactores más eficientes. Además, se requieren mejoras en las tecnologías de recolección, secado y extracción de lípidos. Para mejorar la viabilidad económica de las microalgas, muchos investigadores sugieren integrar la producción de bioproductos de alto valor añadido. Dentro de la vasta diversidad de microalgas, Chlamydomonas reinhardtii ha emergido como un modelo en estudios fisiológicos, bioquímicos y genéticos. Aunque no es considerada una microalga oleaginosa y su crecimiento en condiciones de campo abierto es limitado, C. reinhardtii es clave para el estudio de la producción de biomoléculas y biocombustibles. Puede cultivarse en diferentes condiciones metabólicas (fotoautotrofía, heterotrofía y mixotrofía), lo que la convierte en un organismo versátil para la investigación. Sin embargo, su baja competitividad y capacidad de acumulación de lípidos a gran escala han sido obstáculos para su uso industrial. A pesar de estas limitaciones, recientes avances en ingeniería genética han mejorado la capacidad de modificar genomas de microalgas, lo que se presenta como una alternativa para aumentar la producción de lípidos en C. reinhardtii. Dados estos antecedentes, el objetivo principal del proyecto es modificar el metabolismo lipídico de C. reinhardtii a través de la sobreexpresión de lipasas, utilizando herramientas de bioingeniería para aumentar la producción de lípidos. En esta investigación, se cultivarán cepas de C. reinhardtii, tanto modificadas genéticamente como no modificadas, en medios de cultivo que inducen estrés para fomentar la producción de lípidos. Se utilizarán métodos como la electroporación para modificar genéticamente las cepas, y técnicas como la citometría de flujo y la tinción fluorescente para detectar y analizar la acumulación de lípidos. Con la aplicación de estas metodologías se puede contribuir en áreas como la energía renovable, donde las microalgas se consideran prometedoras para la producción de biocombustibles. Además, las microalgas tienen aplicaciones en la industria farmacéutica y cosmetológica, así como en la alimentaria, debido a su capacidad para producir compuestos como lípidos, proteínas y vitaminas. Con estos enfoques, se espera identificar cepas prometedoras de C. reinhardtii para el desarrollo de bioproductos para diversas aplicaciones.